Los tres rostros de El Mayo Zambada
En Sinaloa por todos es sabido que a Zambada se le considera "el �ltimo reducto de generosidad" que distingui� hasta hace algunos a�os de manera palpable a varios jefes del narcoIsmael El Mayo Zambada, uno de los capos m�s perseguidos por M�xico y Estados Unidos, es un personaje con tres rostros diferentes: el de benefactor, el de empresario y el del hombre enigm�tico que, en contraste con otros narcotraficantes, se mantiene en bajo perfil.
Hasta hace pocos a�os El Mayo sol�a llegar cada diciembre a su pueblo natal El �lamo para repartir cerveza y dinero en efectivo para que sus habitantes tuvieran "Feliz Navidad".
En Sinaloa por todos es sabido que a Zambada se le considera "el �ltimo reducto de generosidad" que distingui� hasta hace algunos a�os de manera palpable a varios jefes del narco.
Es visto como un hombre preocupado por que la gente tenga trabajo pero tambi�n educaci�n. Quiz� por ello su familia fund� la Estancia Infantil Ni�o Feliz -se�alada por el Departamento del Tesoro de EU de ser "fachada" para lavado de dinero-, que da servicio de guarder�a y comedor a hijos de empleados de pocos ingresos o que son madres solteras.
Su altruismo se mezcla con su frialdad para respetar y hacer respetar los acuerdos en los negocios; su car�cter siempre reservado lo ha llevado a mantenerse alejado de las sangrientas disputas de poder entre sus contempor�neos, como el protagonizado en los a�os 90 por el clan Arellano F�lix contra su compadre, Joaqu�n El Chapo Guzm�n.
Su inteligencia le ha permitido encumbrarse y estar cerca de los grandes capos como Miguel �ngel F�lix Gallardo, primero, y Amado Carrillo, despu�s; esto lo ha favorecido para permanecer intocable frente a autoridades como el Ej�rcito durante m�s de tres d�cadas.
Son pocas las im�genes que se conocen de El Mayo, quien en enero pr�ximo cumplir� 60 a�os, seg�n la ficha del Departamento del Tesoro.
En una aparece con bigote, ceja poblada y muy delgado. La �ltima que la DEA y la PGR difundieron hace algunos a�os cuando se ofrecieron cinco millones de d�lares por informaci�n que llevara a su captura, lo muestra con el rostro cansado, la ceja disminuida y con el cabello corto peinado de lado.
Desde los a�os 90 Zambada reclut� un ej�rcito de sicarios. Hoy uno de sus testaferros, que hace de la violencia norma para arreglar sus negocios, es Gustavo Inzunza, a quien se atribuyen por lo menos medio centenar de ejecuciones s�lo en Sinaloa, seg�n la Procuradur�a estatal.