Pelucones

grupo conservador chileno
(Redirigido desde «Pelucón»)

El bando pelucón o bando conservador fue una facción política chilena de tendencia conservadora, conformada de elementos de pensamiento tradicional y autoritario, provenientes del antiguo bando realista, de la aristocracia santiaguina, del ejército y parte del clero.

Bando pelucón
Líder Joaquín Prieto
Diego Portales
Manuel Bulnes
Manuel Montt
Fundación 1828
Disolución 1856
Ideología Conservadurismo
Tradicionalismo[1]
Posición Derecha
Sucesor Partido Conservador
Partido Nacional

Durante el primer cuarto del siglo XIX, los pelucones se enfrentaron al bando pipiolo, de tendencia liberal, en el periodo conocido como la Organización de la República, que terminó con la victoria conservadora en la guerra civil de 1829-30. Tras el triunfo, el bando pelucón gobernó hasta su fractura en 1856, debido a la cuestión del sacristán.

Historia

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Primero, durante la independencia de Chile, se llamó pelucones, chapetones o realistas a los partidarios de conservar una relación de dependencia política respecto del Imperio español.

Según Benjamín Vicuña Mackenna, habrían sido los Carrera quienes bautizaron como pelucones a los diputados realistas e indecisos que se opusieron a acelerar la independencia en el Congreso de 1811. El bando, sin estar constituido orgánicamente como un partido, respondía a los intereses de la aristocracia santiaguina, que suele ser caracterizada como "castellano-vasca" en razón del origen de las familias que la constituían.

No era de la misma idea José Zapiola, testigo de la época que señala como algo posterior el origen del término:

En el año de 1823, según nuestros recuerdos, se empezó a usar por primera vez el apodo de pelucón, aplicado a ciertos hombres de alta posición y de ideas conservadoras. Este último calificativo, aplicado más tarde a un partido político, no era conocido en Chile ni tampoco en Francia, de donde lo hemos tomado después. El apodo de pelucón fue aplicado a este partido por los liberales, nombre que se daba a un partido que empezaba entonces a retoñar.

Una vez declarada la independencia, y aceptando a regañadientes ese hecho, el grupo se volvió más heterogéneo, congregando a todos quienes deseaban que el nuevo régimen tuviera una fuerte solución continuidad con el modelo político y social vigente durante la Colonia. Es decir, agrupó a los partidarios de un gobierno autoritario, centralizado, cercano a la Iglesia católica y que reservara la participación en cuerpos colegiados casi exclusivamente a las grandes familias tradicionales de la capital.

Singularmente las peluconas se unieron al movimiento liberal que derrocó a Bernardo O'Higgins en 1823, pues consideraban un agravio la reciente abolición de los títulos de nobleza y el uso de sus escudos familiares.

Pero al poco tiempo los pelucones se oponían a los pipiolos. Los acusaban de haber sumido al país en la anarquía y haber ensayado libertades públicas inadecuadas para la realidad social chilena, entre 1823 y 1829, durante el período conocido después como Organización de la República.

En 1828, para alcanzar el poder, los pelucones complotaron en alianza con los o'higginistas y estanqueros, participando en la Revolución de 1829 en contra del gobierno pipiolo.

Así es como de entre aquellos bandos debía salir un partido confuso, heterogéneo al principio y sin mas lazo de unión que su común propósito de desquiciar al Gobierno; pero que, andando el tiempo, debía depurarse y convertirse bajo la influencia de sus hombres eminentes en un poder homogéneo...
Sotomayor Valdés[3]

Tras la Batalla de Lircay, en que fueron derrotadas las fuerzas liberales, se hicieron con el gobierno, iniciando el período de la historia de Chile conocido como República Conservadora.

Posteriormente, en 1836, los pelucones se fusionarían con los o'higginistas y estanqueros en el Partido Conservador, cuya primera convención se realizó recién en 1878.

 
La aristocracia europea del siglo XVIII es la cúspide que representa a los pelucones como se aprecia en la imagen a un grupo de nobles franceses con peluca Barroca.
 
El rey Don Felipe V de España quien fuera nieto del famoso rey Luis XIV de Francia y de la infanta María Teresa de Austria introdujo la moda francesa de usar pelucas en la corte española hacia 1700, simbolizando el estímulo de una nueva dinastía y la consolidación de una renovada nobleza, estas modas de galas se introdujeron en Hispanoamérica a penas se enviaron a los nuevos virreyes de la Casa de Borbón.

Algunos pelucones chilenos

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El bando pelucón se componía de diferentes grupos:

La aristocracia

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Aparecían en primera línea en esta falange reaccionaria los mayorazgos, cuyos vínculos había disuelto la niveladora Constitución del 28, y se contaban entre estos los primeros blasones del régimen colonial, el conde de Quinta Alegre, los mayorazgos Larraín y Tagle, el último de los que fue su presidente, y el joven Marques de Pica, a quien más tarde los pelucones aclamaban como su líder más genuino. Figuraban también entre estos las nobles familias de Errázuriz, Eyzaguirre y Ovalle que vestían el traje de corte y usaban la peluca tradicional de la colonia...

Los "conservadores doctrinarios"

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Intelectuales que, pese a haber apoyado la Independencia, se unieron al bando pelucón por sus ideas más cercanas a la teoría política católica que estaba vigente entonces:

Era la inspiración y la lumbrera de los sectarios del cambio de doctrina en la administración y en la política, el abogado Mariano Egaña, que había heredado de su padre la afición a legislar y traído desde Europa un intenso amor a la monarquía constitucional. Añádase a esto el rencor que le inspiraba la Constitución democrática de 1828, que al fin de tantas luchas había sustituido a la Constitución de 1823; el ídolo caído de su padre y sí mismo
  • Diego Antonio Barros: Senador y filántropo. En su casa se solían realizar las tertulias políticas de los pelucones[4]

Clero realista

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Uso en otros países

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Posiblemente tomando el término desde Chile aunque sin la misma difusión, en Ecuador se denominó y calificó de pelucón a la clase perteneciente a la alcurnia o nobleza criolla instaurada tras la vida republicana en 1830 hasta mediados del siglo XIX, conformada por diversas familias o apellidos que - a diferencia de la aristocracia de la colonia - no tenían necesariamente linaje noble alguno. Fue representada desde sus inicios como clase social superior desde el gobierno del Gral. Juan José Flores, de origen venezolano, con tendencias políticas muy conservadoras que sustituyeron a los gobiernos regionales y demás dominios de la corona española en los actuales territorios de la República del Ecuador.

En Ecuador el término Pelucón fue puesto en recirculación por el señor presidente Rafael Correa Delgado al referirse a ciertos ciudadanos que cumplan con las siguientes singularidades: 1.- Ser buen mozos 2.- Adinerados 3.- Tienen relevancia social y demás flores que les calce; pero que siendo en extremo pretenciosos de su situación ven por el hombro a “la plebe”. Por tanto NO necesariamente todos quienes posean los nombrados atributos deberían ser considerados Pelucones. Adicionalmente, en el andar del tiempo “la plebe” identificó un estrato llamado “aspirante a Pelucón tipo A” siendo quienes residiendo usualmente en la clase media y/o de una aristocracia cuesta abajo, y por tanto sin reunir medianamente los requisitos antes mencionados, pujan por aparentar ser Pelucones; y que jactanciosos, sine qua non, ostentan de una agresiva y negativa verborrea contra el antes mencionado presidente de la nación; siendo esto último su principal estandarte y carta de presentación. No podían faltar para el ojo avizor del vulgo, el nicho de los “aspirantes a Pelucón tipo B” que son quienes cumpliendo las características del “tipo A” adicionalmente recurren a desmadres de todo tipo, para manoteando tratar de salir, no de un estrato socioeconómico, sino de su exagerada mediocridad; acompañada de profunda limitación intelectual. No se expone la descripción de los “tipos C, D y E” para no exponer al suicidio a los Pelucones ubicados en estos quintiles; pero de que los hay los hay.

Atemporalmente, en el lenguaje coloquial, el término es muy laxo a la hora de identificar gente de estratos medios y altos, o incluso para referirse a personas educadas, a manera de epíteto con referencia al origen, posición o aspiración socioeconómica. En la esfera política, en cambio el uso peyorativo se reduce para indicar a las personas que posiblemente participan en el tráfico de influencias en los puestos públicos por su pertenencia a las clases altas tradicionales, favores o simpatías que supuestamente les proporcionan la influencia para conservar el puesto o nombramiento determinado.

Referencias

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  1. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. «Partidos, movimientos y coaliciones: Pelucones». bcn.cl. Consultado el 11 de mayo de 2023. 
  2. José Zapiola. Recuerdos de treinta años.Zig-Zag, Santiago, 1974, pág 96.
  3. Ramón Sotomayor Valdés, Historia de Chile durante los cuarenta años transcurridos desde 1831 hasta 1871; [[La Estrell e Chile]], Santiago, 1875.
  4. José Zapiola; Recuerdos de Treinta Años (1810-1840)

Enlaces externos

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