0% found this document useful (0 votes)
6 views10 pages

Tema 1 Hes

Primer tema de la programación de la asignatura de Historia de España de 2º Bachillerato en Andalucía.
Copyright
© © All Rights Reserved
We take content rights seriously. If you suspect this is your content, claim it here.
Available Formats
Download as PDF, TXT or read online on Scribd
0% found this document useful (0 votes)
6 views10 pages

Tema 1 Hes

Primer tema de la programación de la asignatura de Historia de España de 2º Bachillerato en Andalucía.
Copyright
© © All Rights Reserved
We take content rights seriously. If you suspect this is your content, claim it here.
Available Formats
Download as PDF, TXT or read online on Scribd
You are on page 1/ 10

I.E.S.

RAMÓN CARANDE (SEVILLA)


SEVILLA

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica” Salvador Allende

LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA


DESAPARICIÓN DE LA MONARQUÍA VISIGODA.

0. INTRODUCCIÓN.

En este tema estudiaremos el proceso de hominización en la península ibérica, el


descubrimiento de la agricultura y la ganadería, las ocupaciones de los pueblos
colonizadores y la gran transformación aportada por Roma, que sentó las bases de la
civilización peninsular. La crisis del Imperio romano y la aparición del reino visigodo
marcan el final de esta etapa.

1. LA PREHISTORIA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

La Prehistoria es el término con el que se designa al periodo que abarca desde la


aparición de los primeros homínidos hasta la invención de la escritura. Se divide en
varias etapas: Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y Edad de los Metales. En la Península
Ibérica presenta las siguientes características:

1.1 Del Paleolítico a la Edad de los metales.

El Paleolítico peninsular abarca desde hace unos 1,3 millones de años hasta hace unos
100.00 años aproximadamente. Los grupos humanos que habitaron la Península Ibérica
este periodo eran pequeños grupos nómadas que se dedicaban a la caza y recolección.
Este periodo de nuestra historia lo podemos dividir en tres etapas:

- Paleolítico Inferior (1’3 millones a 100.000 a.C.): Es una época de clima


cálido. Los restos de homínidos más antiguos de la Península están localizados
en la Sierra de Atapuerca (Burgos), datados con
una antigüedad en torno a los 700.000 años son
pertenecientes a una especie bautizada como Homo
Antecessor, por ser considerados los antecedentes
de los neandertales. La industria lítica del
Paleolítico Inferior viene definida por las bifaces o
hachas de mano de doble filo.

- Palelítico Medio (100.000-35.000 a.C.): Es la


época de las glaciaciones. En este periodo predomina en la
península el Homo de Neanderthal, homínido que
presentaba características de adaptación a un clima más frío
(mayor envergadura y capacidad craneal, arco supraorbital,
etc). Su industria lítica es la denominada Musteriense,
caracterizada por útiles como cuchillos, buriles y raederas
elaborados a partir de lascas. Además, los neandertales
se caracterizan por su hábitat en cuevas y por presentar los
primeros ritos relacionados con la muerte, ya que aparecen
los primeros enterramientos, en los que el cadáver va
acompañado de útiles, alimentos y flores.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

- Paleolítico Superior (35.000-10.000 a.C.): El clima se va templando


progresivamente. Procedente de África, hace su aparición en la Península el
Homo Sapiens. En cuanto a sus útiles, destacan dos culturas: la solutrense,
caracterizada por los útiles de sílex, y la
magdaleniense, caracterizada por los útiles
de hueso y las primeras muestras de arte
parietal (con el ejemplo principal de
Altamira, destacan por su naturalismo, su
policromía y por las figuras aisladas sin
componer aparentemente escenas. Se le
supone una función mágica propiciatoria de la
caza) y mobiliario (en el que destacan las
venus o figuras femeninas fomentadoras de la
fertilidad).

1.2. Mesolítico: Comprende desde el 10.000 al 5.000 a.C. -


Es un periodo de transición entre el Paleolítico y el
Neolítico. Destacan los útiles de piedra de pequeño tamaño
(microlitismo) con carácter compuesto, ya que su utilizaban
asociados a madera o hasta de animales (lanzas, flechas,
hachas). En el aspecto artístico destaca el Arte Levantino,
caracterizado por representaciones de figuras humanas muy
esquematizadas, monocromas, con claro sentido narrativo
(cazando, danzando, recolectando)., utensilios compuestos.

1.3.Neolítico: se desarrolla entre el 5.000 y 2.000 a.C.


Este periodo está caracterizado por el establecimiento
progresivo de una economía productora basada en la
agricultura y ganadería. Esta economía surgió en el
llamado “Creciente Fértil” en Oriente Próximo y se
fue difundiendo progresivamente por el Mediterráneo.
De ahí que en la Península Ibérica las primeras zonas
que pasan al Neolítico sean el Levante y Sur
peninsular. El paso a una economía productora fue
revolucionario, suponiendo, por un lado, la
sedentarización de una población hasta entonces nómada y un crecimiento demográfico
por la mejora de la alimentación, provocando ambos elementos el inicio de la
urbanización o surgimiento de ciudades. Por otro lado, el aumento de la producción y la
acumulación de excedentes favorecieron el surgimiento del comercio y la
estratificación social y política, que terminó dando origen a las ciudades-estado en
sustitución de las estructuras tribales.

Podemos distinguir dos grandes fases en este periodo: el Neolítico Antiguo,


caracterizado por la cerámica cardial (decoración impresa con conchas) y que se
desarrolla en el litoral mediterráneo, y el Neolítico Pleno, caracterizado por la cerámica

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

pintada y en el que destacan las


culturas de los sepulcros de fosa
(Cataluña) y la denominada “Cultura de
Almería”.

1.4. Edad de los Metales.

Se desarrolla a partir de 2.000 a.C. Este periodo se caracteriza por el surgimiento de la


metalurgia, innovación técnica que supuso un aumento de la producción y, con ello, de
los núcleos urbanos, de la estratificación social y de las relaciones de poder entre
grupos.

Podemos diferenciar tres grandes etapas: La Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la
Edad del Hierro. Las dos primeras coinciden en que el desarrollo se centra en el sureste
peninsular: la Edad del Cobre, una etapa en la que proliferaron los monumentos
megalíticos (dolmen, menhir) y aparecen los poblados amurrallados. En esta etapa
destaca la Cultura de los Millares
(Almería), caracterizada por
poblados amurallados y necrópolis.
Y la Edad del Bronce, en la que los
poblados van creciendo en tamaño
y extensión, aquí destaca la Cultura
del Argar (Almería), caracterizada
por enterramientos domésticos, una
fuerte jerarquización social y la
arquitectura megalítica (dólmenes
de enterramiento).

La Edad de Hierro (1.000 aC). Esta etapa se inició de la mano de los celtas y de los
primeros pueblos colonizadores (fenicios, griegos y cartagineses), que introdujeron en
la península el trabajo del hierro.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

2. LA EDAD ANTIGUA

2.1. Las colonizaciones.

Durante este periodo la Península Ibérica sufre la influencia cultural de pueblos


procedentes del Mediterráneo Oriental mucho más desarrollados y en los que ya se
utilizaba la escritura. Estos pueblos establecieron en la Península, especialmente en su
litoral mediterráneo, factorías para el intercambio comercial, buscando la compra de
materias primas (metales, pesca, salazones, salinas, tinturas) y la venta de productos
elaborados (abalorios, cerámica, perfumes).

Los principales pueblos colonizadores fueron los Fenicios, cuya presencia en la


Península se constata desde siglo VIII a.C. en el sur y sureste peninsular. Fundaron
colonias como Gadir (Cádiz) o Malaka (Málaga), desde donde se expandieron por las
costas andaluzas y el sur de Portugal. Fundaban colonias para comerciar con las
poblaciones locales. Aportaron el vidrio, el perfume o el alfabeto. Los Griegos, que se
implantan sobre todo desde siglo V a.C. desde la colonia de Massalia (Marsella) y
especialmente en el noreste peninsular con colonias como Emporion (Ampurias) o
Rodhe (Rosas). Al igual que los Fenicios sus relaciones con las poblaciones locales
fueron pacíficas y de carácter comercial. Y por último, los Cartagineses, que
procedentes de la colonia fenicia de Cartago en el norte de África, se anexionaron en la
Península las factorías fenicias y conquistaron militarmente el sur y este peninsular a
partir del año 237 a.C.

Las colonizaciones supusieron un fuerte desarrollo económico, cultural y social para los
pueblos peninsulares, al entrar en contacto con civilizaciones más avanzadas. Sin
embargo, esta incidencia fue desigual, siendo muy importante en el litoral mediterráneo,
menor en el interior y escasa en el noroeste.

2.2. Las grandes culturas prerromanas.

La influencia de las colonizaciones y las invasiones celtas que incidieron especialmente


en el noroeste peninsular configuran tres grandes conjuntos de culturas prerromanas: los

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

pueblos íberos, localizados en el sur y este peninsular (sur y este), celtas (noroeste) y
celtíberos (zona de transición del centro peninsular).

- Los Celtas eran un pueblo de origen indoeuropeo que se estableció en el norte y


noroeste peninsular a partir del 1.100 a.C. Se caracterizaban por el uso de la metalurgia
del hierro, una economía básicamente ganadera, el establecimiento de poblados
fortificados denominados castros con casas de planta circular y el desarrollo de
prácticas funerarias de incineración.

- Los Íberos son el conjunto de pueblos del sur y este peninsular sin unidad política
entre ellos muy influidos por los pueblos colonizadores a través de las relaciones
comerciales. Con una economía basada en la agricultura y la ganadería, Los íberos se
organizaban en torno a la tribu y ciudades-estado que extendían su influencia en un
entorno rural. Nunca existieron reinos o Estados. Se caracterizan también por una fuerte
jerarquización social y política y un gran desarrollo artístico con destacada influencia
griega. Era un arte figurativo en el que predominaba la funcionalidad religiosa o
funeraria. Sus esculturas representan figuras humanas y de animales, tanto reales como
imaginarios. Piezas destacadas son: Dama de Elche, Dama de Baza…

Tartessos

Estos pueblos, tienen su precedente en la cultura tartésica, surgida en el valle del


Guadalquivir gracias a la influencia fenicia y caracterizada por el establecimiento de
organizaciones estatales monárquicas. La cultura tartesia alcanzó su máximo apogeo
entre el siglo VIII y VI aC. Tuvo su centro geográfico en el sur de Andalucía y baja
Extremadura. Disponemos de pocas fuentes para el
estudio de esta cultura, al margen de alguna que otra
referencia en las obras de los historiadores griegos y
en el estudio de yacimientos como los de Cancho
Roano (Badajoz) y Carambolo (Sevilla). Su
economía se sustentaba en la minería (plata, cobre,
oro), en la ganadería y en la metalurgia del bronce.

A partir del siglo VI aC esta cultura desapareció,


algunos historiadores sostienen que llegaron a
fusionarse con los fenicios.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

2.3. La Hispania romana.

La conquista

Roma inicia la conquista de la Península a partir del 218 a.C. en el marco de las guerras
púnicas contra Cartago. En el proceso de conquista podemos diferenciar tres grandes
fases:

a. Las Guerras Púnicas

Para ver en el contexto en el que se inicia la conquista romana hemos de hacer


referencia a las guerras púnicas. En el Mediterráneo central habían surgidos dos
potencias expansivas: Roma y Cartago. El enfrentamiento entre ambas era inevitable.

La 1ª guerra púnica (264 - 241 aC) concluyó con la derrota cartaginesa. Roma seguía
extendiéndose por el Mediterráneo hecho que llevó a la 2ª guerra púnica (218 - 201
aC). El objetivo fundamental de los romanos cuando llegaron a la península era vencer
a los cartagineses atacando por la retaguardia a las tropas de Aníbal, general cartaginés
que había cruzado los Pirineos y se dirigía a Roma. La expedición romana fracasó y los
generales romanos fueron derrotados y muertos (211 aC).

Posteriormente el Senado envió al general romano Publio Cornelio Escipión tomó


Cartago Nova, derrotó a los cartagineses en las batallas de Baecula (Bailén) e Ilipa
(Sevilla) y acabó con la sublevación de los pueblos íberos dirigidas por Indíbil y
Mandonio.

Para el año 205 aC el domino cartaginés en la península estaba anulado. Escipión


abandonó Hispania y derrotó a Aníbal en la batalla de Zama (norte de África), por lo
que recibió el apelativo de El Africano.

b. La conquista del interior peninsular

El segundo periodo de la conquista se caracterizó por las guerras contra los pueblos
de la meseta. Fue una guerra larga debido a la resistencia de lusitanos y celtíberos.

El conflicto con los lusitanos se debió fundamentalmente a los continuos pillajes de


estos en el valle del Guadalquivir. El principal caudillo lusitano, Viriato, fue
traicionado y asesinado por sus propios compañeros (139 aC).

El conflicto con los celtíberos fue más encarnizado porque las tropas romanas toparon
con ciudades bien fortificadas, como Numancia. Además las durísimas condiciones
climáticas de la meseta castellana impedían asedios prolongados. Cansado de la
resistencia de arévacos y pelendones, el Senado romano decidió enviar a su mejor
militar (Escipión Emiliano). Éste puso cerco a Numancia, cuyo asedio duró
prácticamente diez años hasta ser tomada en 133 aC. La ciudad capituló debido al
hambre, y muchos de sus habitantes prefirieron el suicidio a la deshonra de ser vendidos
como esclavos en Roma.

c. La conquista del norte.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

Pacificada gran parte de Hispania, sólo restaba fuera del dominio romano
las tierras del norte. A finales del siglo I a.c. se sometió a las belicosas
tribus del norte, dándose por finalizada la conquista peninsular. El
emperador Octavio Augusto organizó una campaña militar contra
galaicos, astures y cántabros. Roma perseguía la pacificación de estos
pueblos y el acceso a los yacimientos de hierro y oro.

Con el fin de premiar a los soldados veteranos tras esta campaña, Octavio creó para
ellos Emerita Augusta (actual Mérida), que se convertiría por su desarrollo urbano, en
ciudad modelo en Hispania.

Finalizada la conquista, en el año 19 a C, el emperador Augusto decretó la Pax


Romana, fue un periodo de relativa calma, durante el cual no hubo que hacer frente ni a
guerras civiles, ni a grandes conflictos con potencias extranjeras.

Resumiendo, entre los años 218-206 a.C. los romanos conquistan el sur y el levante
mediterráneo derrotando a los Cartaginenses en el marco de las Guerras Púnicas;
Entre los años 206-133 a.C. se ocupa el centro y oeste peninsular gracias a las
victorias en las guerras contra celtíberos y lusitanos; y entre los años 29-19 a.C. se
termina la conquista con las victorias en las guerras cántabro-astures.

La romanización

La conquista supuso la Romanización de la Península, es decir, la asimilación de las


estructuras políticas, sociales, económicas, culturales e ideológicas del Imperio
Romano por parte de los pueblos y habitantes de la Península Ibérica. Este proceso
varió en intensidad según el grado de desarrollo previo de los pueblos prerromanos,
siendo muy intenso en las zonas íberas, menor en las celtíberas y celtas y muy tenue en
las zonas de cántabros y vascones. Los principales agentes de romanización fueron el

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

ejército, las colonias en las que se asentó población de origen itálico, el alistamiento de
indígenas como tropas auxiliares, el intenso proceso de urbanización, la unificación
lingüística a través de la difusión-imposición del latín y el establecimiento de una
amplia red de calzadas de comunicación.

La organización política

En cuanto a la organización política, lo romanos dividieron la Península en


provincias. La primera división provincial data del año 197 a.C., estableciéndose dos:
Hispania Citerior e Hispania Ulterior. En el año 27 a.C. se establecieron tres provincias:
Bética, Lusitania y Tarraconense, a las que se añadieron en el siglo III las Cartaginense,
Gallaecia y Balearica. Cada provincia se dividía en conventus o distritos judiciales. En
cuanto a las ciudades, estas se jerarquizaban en tres niveles: colonias, en las que se
asentaba población de origen itálico que gozaba de plenos derechos y extendían su
dominio sobre un extenso ámbito de influencia; los municipios, en los que la población
indígena gozaba de parte de los derechos de la población romana; y las ciudades
federadas, libres o estipendiarias, en las que su población indígena tenía unos
derechos limitados.

La economía romana

La economía hispánica era colonial, es decir, los romanos sacaban de la península


materias primas de todo tipo, las transformaban en Roma y luego volvían en forma de
productos manufacturados a un precio superior. Este desarrollo comercial se apoyó en el
desarrollo de una moneda internacional: el denario romano. Se trataba de una economía
esclavista. El trabajo de los esclavos era importante en ámbitos como las labores
agrarias, domésticas, artesanía, minas…

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

La agricultura se fundamentaba en la clásica triada mediterránea (trigo, vid y olivo).


Los romanos introdujeron innovaciones agrarias como el barbecho, el arado y el
regadío. La forma de explotación agropecuaria más habitual era la villa, una gran
explotación latifundista dedicada a la producción para la exportación y que empleaba
esclavos.

La pesca fue igualmente destacable. Derivadas de ellas aparecieron la producción de


salazones, la sal y el garum (El garo (del latín garum) es una salsa de pescado hecha de vísceras
fermentadas de pescado que era considerada por los habitantes de la antigua Roma como un alimento afrodisíaco,
solamente consumido por las capas altas de la sociedad. Los romanos emplearon el garo de forma semejante a como
hoy en día emplean las cocinas asiáticas la salsa de soja. En lugar de verter unos granos de sal sobre la comida, se
ayudaban del garo para proporcionar un sabor salado a los alimentos).

Hispania era famosa por su gran riqueza de minerales: oro en Galicia y León (Las
Médulas), plata en Sierra Morena, cobre en Río Tinto (Huelva) y mercurio en
Almadén. Los romanos perfeccionaron las técnicas de extracción. Todos estos
productos iban a parar a la capital del Imperio, y se utilizaban, entre otras cosas, para
acuñar moneda.

La sociedad hispanorromana.

El modelo social quedó definido por dos elementos fundamentales: la existencia de


desigualdades jurídicas derivadas de la distinción hombre libre y esclavo, y la
integración de las élites indígenas. A partir de estas premisas se diferenciaron diversos
grupos:

-Ciudadanos romanos, dueños de grandes latifundios, muy ricos. Eran los miembros
del orden senatorial.

-Caballeros, procedentes de la aristocracia de los pueblos sometidos. Controlaban


los cargos políticos (magistraturas) locales o provinciales.

-Hombres libres (plebe). Formada por pequeños propietarios agrícolas, artesanos y


trabajadores libres.

-Esclavos. No tenían derechos, ni eran libres. Estos últimos son la base de la economía,
no son propietarios, su situación se hereda.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es
I.E.S. RAMÓN CARANDE (SEVILLA)
SEVILLA

3/ LA MONARQUÍA VISIGODA.

El Imperio Romano entró en crisis a partir del siglo III, lo que posibilitó la invasión
del mismo por los pueblos bárbaros procedentes del centro y este de Europa. En el caso
de la Península Ibérica, las invasiones se inician el año 409 por los pueblos vándalos y
alanos, que terminaron pasando al norte de África, y por los suevos, que se asentaron en
el noroeste peninsular. A partir del 415 penetran en la península los visigodos, que se
habían establecido en el sur de Francia. Su reino se consolida con la caída del Imperio el
476, pero fueron expulsados del norte de los Pirineos por los francos tras la Batalla de
Vouillé (507), pasando a establecer su capital en Toledo.

Los visigodos sometieron a la población hispanorromana, imponiendo una estricta


segregación política, jurídica, social y religiosa, esta última debida al carácter arriano de
los visigodos frente al catolicismo de los hispanorromanos.

Los visigodos consiguieron la unificación territorial al ocupar toda la Península


durante el reinado de Leovigildo (573-586) al conseguir derrotar a los suevos del
noroeste y a los bizantinos del sur. Esta unificación territorial se vio acompañada de la
unificación religiosa con Recaredo, que estableció la conversión de los visigodos al
catolicismo el año 589. Con ello disminuyó la segregación entre visigodos e
hispanorromanos, fundiéndose las élites de ambos grupos.

Tras la unidad religiosa se persiguió la unificación jurídica: Alarico II, promulgó una
recopilación de leyes romanas o Breviario de Alarico. Posteriormente Chindasvinto y
Recesvinto compendiaron la legislación en el Fuero Juzgo, que constituyó el principal
legado visigodo a los futuros reinos peninsulares.

Pese a todo lo anterior, en el terreno económico la monarquía visigoda se caracteriza


por la crisis del comercio y la artesanía, así como por una intensa ruralización.
Además, en el campo se produce una prefeudalización, configurándose una élite que
dominaba amplias posesiones territoriales trabajadas por población dependiente. Esta
prefeudalización afectó también al ámbito político, concediendo los reyes visigodos
amplios poderes a sus representantes territoriales, los denominados “dux”.

A principios del siglo VIII el reino visigodo se encontraba en crisis: la prefeudalización


produjo un fuerte descontento social, las medidas antijudías provocaron un descontento
de este colectivo y tras la muerte del rey Witiza se produjo un enfrentamiento entre el
nuevo rey Rodrigo y los hijos del anterior. Todo ello facilita la entrada de los
musulmanes en la península el 711: la población sometida al feudalismo y los judíos
recibieron a los musulmanes como libertadores y fueron los hijos de Witiza los que los
llamaron a la Península como tropas mercenarias para derrotar a Rodrigo.

Avda. Alfonso Lasso de la Vega,4-41013 Sevilla


Correo-e: 41009044.edu@juntadeandalucia.es

You might also like

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy